venerdì 3 agosto 2012

Sharasojyu (2003)

Dos hermanos corren por su barrio. Uno de los dos niños desaparece sin dejar rastros. Es la primera escena del film, y lo que sigue es una historia brillante y profunda, que nos lleva al centro mismo de la existencia y de cómo lo que no está, lo que se ha ido, nos conforma y nos marca en la totalidad de nuestros días.El dolor, la muerte, el duelo; la vida, el espacio familiar, la relación entre los seres humanos y de éstos con la naturaleza son nortes temáticos que gobiernan sus cuatro largometrajes de ficción, como así también su extensa obra documental. Por momentos al límite del diario confesional, con el cuerpo en la primera línea del desasosiego y la esperanza y la cámara tan cerca de él como sea posible, Kawase ha logrado construir una de las miradas más sensibles del cine contemporáneo de cualquier latitud.

Los que en silencio nos acompañan en cada pequeña cosa que hacemos, en nuestros triunfos y en nuestras amarguras. Shara es única porque habla de eso que es tan difícil de describir y lo hace de una manera majestuosa, inteligente y emocionante. Con la sabiduría del que dice aquellas palabras que parecen no haber sido dichas antes.

Directora, guionista y actriz, la japonesa Naomi Kawase tiene un puñado de maravillosos films de ficción y una serie de documentales -en todo sentido- muy personales. Dotada de un sentido estético único y con una inteligencia llena de sensibilidad, logra con esta pelicula su obra más emblemática, aquella por la cual ya merece entrar en la historia grande del cine.

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