venerdì 28 febbraio 2014

El orfanato (2007)




Lapelicula se compone de tópicos; como un gran puzle formado por pequeñas escenas que nos recordarán a algo que ya habremos visto antes. Sin embargo, su fuerza reside igualmente en dichas escenas… Imágenes cargadas de vida e individualismo, que se quedarán marcadas en la retina durante mucho tiempo y que permiten diferenciarlas completamente de todo cuanto hayamos visto. Bellos paisajes dignos del romanticismo más puro: el mar bravío y potente, oscuros y silenciosos pasillos o apacibles jardines que se convertirán, en cualquier momento, en el marco de una angustiosa pesadilla. Y es que, si al principio de la película el entorno puede parecer incluso idílico, cuando la trama comienza a desarrollarse, no hay rincón lúcido ni apacible donde los personajes puedan sentirse a salvo.



Existen igualmente escenas cargadas de potencia dramática, de terror en estado puro o de absoluta intriga. Pero en cualquier caso, escenas difíciles de olvidar. Y mejor que no se olviden, por su fuerza e impacto.
Y es que, lo mejor de "El orfanato" es su capacidad de convertir en terrorífica una escena emocional.
Algo que también se ha convertido en tópico dentro de las críticas a "El orfanato", son los –merecidísimos- halagos a Belén Rueda. Es capaz de captar la esencia de su personaje y elevarlo a su máximo esplendor.Lucha, sufre, llora y representa fielmente, en esencia, a una figura materna que a su vez evoca a la infancia perdida.


La maestría de J. A. Bayona para esta, su primera película, lo sitúan a la cabeza de los grandes del cine de terror y del thriller nacional moderno, muy cerca de Jaume Balagueró, o Amenábar.
Impactante.




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