Sitaru nos dice con una franqueza desestabilizar, rituales en sus relaciones interpersonales y la superestructura mental sobre la cual nos apoyamos para continuar nuestras vidas, y se las arregla para decir algo absolutamente trivial sobre la importancia de poner en el escenario y en la vacuidad y la inestabilidad de la mirada.
Sitaru desplaza más de una ocasión, siendo capaz de adaptar las diferentes subjetivas dependiendo del personaje que representan. Pero sería erróneo no reconocer a "Pescuit sportiv" la ventaja de que realmente lo eleva por encima del paisaje que lo rodea: la capacidad de Sitaru, quien también escribió el guión, de saber cómo construir una serie de diálogos funcionales, creíbles, y el valor moral hace que no degenere en la retórica, nunca. En particular, el personaje de la prostituta Ana, interpretado por un muy talentosa Maria Dinulescu, parece haber sido construido con una rara habilidad: el papel de hacedor de reyes, de desviado impredecible deus ex machina, transmite una carga emocional y vital.
Una gran pelicula que confirma la nueva verve del cine de Romania, que esta sacando cada anos mas calidad, solidez y talentos en sus nuevas produciones.
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