venerdì 3 gennaio 2014

Antares (2004)




Spielmann procede al contar la vida cotidiana de sus personajes, llevando al extremo la objetivación de un criterio estricto, traduciendo sus historias en un lenguaje cinematográfico más esencial.


Prefiere una edición lineal, no dividir el descriptivo y narrativo. Tiene presencia como director casi invisible, dejando al espectador a mirar lo que hay en libertad para lo que realmente es, sin la necesidad de realizar esfuerzos de abstracción o leer referencias metafóricas. A partir de una puesta en escena de la objetividad fuerte, sin embargo, no se limita a la exposición de la historia de un solo personaje, pero tiene una trama en la que los hechos son, en su extrema brevedad y sencillez, como líneas rectas, elaborados en diferentes direcciones , llegando inevitablemente y de manera inconsciente. La coincidencia, por lo tanto, no deriva de la voluntad del autor, sino que es el resultado de la realidad espontánea, describe.


El control formal-estilístico y la sensibilización son evidentemente formidable ya pesar de todo sólo hay una púa. Excelente trabajo en la fotografía, retrata la atmósfera de los suburbios centreuropea con la máxima precisión y objetividad, a menudo recurriendo a la utilización de escenas que permiten al espectador a "espiar", oculto, lo que pasa más allá de la pantalla.




 

Nessun commento:

Posta un commento