venerdì 29 marzo 2013

Where God Left His Shoes (2007)




A pesar de que a primera vista este dramón navideño pueda parecer una más entre otras muchas pasteladas horribles que ha traído irremediablemente el emotivismo barato, a decir verdad el segundo largometraje del estadounidense Salvatore Stabile ha sido una sorpresa muy agradable.
Aunque posea una historia sencilla y sin demasiados ornamentos, el resultado del film no puede ser mejor. Se trata de una bonita y entrañable trama familiar entre padre e hijo que hará las delicias de los espectadores.

Eso sí, no es una cinta apta para feminazis, porque están llenas de prejuicios y está claro que el mensaje de la misma no les gustaría nada, ya que les parecería retrógado y anticuado para los tiempos en los que vivimos. El mensaje es que que la familia debe permanecer unida para que puedan vencer todas las adversidades que se encontrarán por el camino y que cada uno de los individuos que comparten esa unión tiene el deber de ayudar en base a sus posibilidades. Los feminazis, en cambio, buscan la confrontación entre el hombre y la mujer, con el objetivo de fosilizar una institución tan milenaria como el matrimonio. Malditas liberales...




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