venerdì 27 dicembre 2013

Babel (2006)




Iñárritu y Arriaga exponen el problema de la multiculturalidad y la dificultad de comunicarnos entre los distintos pueblos, si bien podía haberse tomado algo menos de tiempo para hacerlo. En ese sentido, la historia que transcurre en Japón es casi un alivio, viendo el colorido que ofrecen las imágenes de Tokio. Por cierto, se achaca a la historia de Chieko cierta desconexión con el resto de historias, cosa harto difícil de mantener, ya que existen pocas situaciones de incomunicación más graves que el ser sordomudo.

Técnicamente, es una película impecable, a pesar de la afición de Iñárritu por la cámara en mano, los planos cortos, y la dislocación temporal y argumental. Las historias se siguen sin dificultad, pero a mí me molestó que en cada clímax se saltase a otra historia, y ciertos minutos me parecieron de relleno (la larga celebración de la boda, la discoteca de Japón...). Eso sí, el plano final es realmente hermoso, tanto por su realización como por su significado.

Las actuaciones son, por lo general, buenas. Destaca Brad Pitt por ser el famoso, que no por ofrecer una cosa inolvidable. El papel de Cate Blanchett podía haberlo hecho un maniquí con peluca rubia, y la diferencia no sería demasiada. Los niños, que siempre corren el riesgo de desquiciar al espectador más paciente, están todos muy bien. A reseñar la imagen de Chieko apareciendo reflejada desnuda en el cristal, que no tiene nada que envidiar a las últimas producciones de terror oriental. Lo que sí duele a veces es el doblaje, que a la historia de los niños marroquíes le sienta como a un Cristo dos pistolas.

En fin, una película estimable, que sin embargo, no va a remover tantas conciencias como se anunció, principalmente porque el mensaje no resulta novedoso, y puede que el envoltorio distraiga del contenido.




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