mercoledì 9 gennaio 2013

Habitación en Roma (2010)


A “Habitación en Roma”, la nueva película del director Julio Medem, la podríamos dividir en dos partes. La parte exhibicionista, diga lo que diga a Medem le encanta mostrar el cuerpo desnudo de sus actrices y uno de las principales reclamos de este film es el generoso despliegue de epidermis de sus dos protagonistas, y la parte teatral, o mejor habría que decir de “teatro filmado”, en la cual el texto a recitar se antoja débil y sin la fuerza necesaria para meter al espectador de lleno en la historia. “Habitación en Roma” parte de un supuesto algo forzado, que obliga ya de entrada al espectador a hacer un esfuerzo para entrar en la película de buen comienzo. Un esfuerzo que se acaba volviendo inútil debido a la poca química que se despliega entre una Elena Anaya a la que ni el corte de pelo le ofrece credibilidad en su papel de lesbiana y una Natasha Yavorenko de cuerpo demasiado perfecto para creer que su elección para el papel respondía a sus verdaderos valores como actriz.



Y aunque es evidente que una película que nos quiere contar por encima de todo una historia de amor se ve lastrada si los protagonistas no logran transmitir pasión en ningún momento, los diálogos vacuos y poco inspirados, con una agria dosis de pedantería en la mayoría de ellos, tampoco ayudan a remontar el vuelo y algunas situaciones (y pienso por ejemplo en el episodio con el camarero del hotel) bordean el despropósito. Si a ello añadimos una utilización de la música (o habría que limitarse a decir de dos temas en concreto) reiterativo hasta el aburrimiento, llegaremos a la conclusión que “Habitación en Roma” es la confirmación del mal momento de un director que navega a la deriva desde hace tiempo y que está lejos de la originalidad e imaginativa que le caracterizó en sus primeros trabajos.




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