lunedì 13 maggio 2013

Possession (1981)



Cualquier cosa buena o mala que pueda decirse de "La Posesión" seguramente sea cierta. No es una película fácil, ni tampoco difícil. Es estúpida y brillante a la vez. Ingénua, delirante, ridícula, atroz, terrorífica, soporífera, lírica... Puede que Zulawski necesitara ciertas clases de cine básico, o puede que no, mas personalmente, el hombre este me cae bien, porque con una ingenuidad que roza la tontería, con una descabellada metáfora de "la pareja" construye una de las visiones del infierno psicológico más aterradoras y deprimentes de todos los tiempos.

El Berlín dividido de "La Posesión" es vacío, oscuro, húmedo... la incertidumbre de unas calles que poco a poco se sumen en un infierno cada vez más oscuro y alocado (en el peor de los sentidos de la palabra). Siempre está nublado, hay muros por todas partes, cemento abandonado, mujeres sangrando por la calle, monstruos violando muchachas separadas, niños suicidas, pisos ardiendo y visiones que acaban de completar un marco infernal degradante que una de dos, o te corta el cuello dejándote sin respiración o te provoca risa.

Una película inquietante con un ambiente de lo más decadente con momentos brillantes y otros estúpidos. Cada uno se queda con lo que quiere y con lo que se deja sentir. Yo me quedé con el fétido aroma de la basura humana que emana cada minuto de metraje.



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