The Tall Man (2012)

El hombre de las sombras equilibra la balanza entre psicologismo y sadismo, utilizando a Jessica Biel como reclamo adicional. Una jugada de cálculo milimétrico, la del habilidoso guionista y director francés, que sin embargo no convencerá del todo a los amantes de las emociones fuertes ni tampoco a los cinéfilos con referentes próximos en obras maestras como Mystic River o Adiós pequeña, adiós. Pero el resto de los mortales, disfrutará y sufrirá con las piruetas del guión, los brochazos genéricos y la truculencia argumental, que rompe una vez más con el tabú de hacer sufrir a los infantes, a través del relato de un pueblo fantasma en el que los niños van desapareciendo, raptados por una especie de encapuchado supernatural. Y paradójicamente, mientras en Martyrs se sublimaba la tortura y el dolor, aquí lo que Laugier pretende es apaciguarlos.


Conviene no contar excesivos detalles del argumento porque es de esas con giro imprevisto a mitad del metraje. Es hábil el desarrollo de la trama y tiene su enjundia el intríngulis pero la moralina final es tan biempensante y arregladita –solo le falta un lacito rosa a modo de conclusión- que resulta irritante.